De verdad el bosque es peligroso? [Jane]

Siempre había experimentado que el bosque prohibido era un lugar que mucha gente temía. Muchos se adentraban allí para demostrar lo mayores que eran, para experimentar cuanto sabían de magia frente a las criaturas del bosque, o simplemente porque les gustaban las emociones fuertes. Sebastian, no entraba en ninguno de esos grupos, no le gustaban esas formas de ver el bosque, como una diversión, como si fuera una travesura, era un bosque normal y corriente, con mágicas criaturas. Por eso, él iba muchas veces a practicar su magia, pero no para saber si podía derrotar cualquier criatura, simplemente porque en el bosque, si hacía depende que hechizos nadie lo sabría ni lo vería, además, el bosque le ayudaba a dar claridad a su mente, a concentrarse y poder hacer los hechizos mucho mejor entre la oscuridad del bosque.

No llevaba nada más que su varita, ese día no tenía ganas de hacer nada, seguía pensando en mil cosas que hacer en la escuela, pero sus planes de futuro no avanzarían mucho si de golpe le hiciera daño a un sangre sucia o a un mestizo. Debía esperar, para ver cuanta gente compartía su causa, pero primero debía descubrir en quien confiar, un traidor a estas alturas, hacia fracasar todo el plan. Llegó bajo su árbol favorito, en el cual se apoyó, mezclándose perfectamente con la oscuridad del bosque, mientras no podía parar de darle vueltas al asunto, ahora mismo gente que no era totalmente maga, estaba aprendiendo de esos libros que habían escrito grandes magos, algunos de ellos hijos de muggles, que como el resto, aprendieron de los amgos de verdad y eso le ponía de muy mal humor.

¿Qué era esto de que no hubiera ninguna persona decente con la cual conversar? Todo el Gran Comedor estaba lleno de sangres sucias y magos de familia con poca reputación, como los Weasley, por supuesto. "El niño que salvo al mundo" estaba deprimido por su supesta ruptura con la Weasley, por lo que era un estorbo menos que ignorar. Este colegio iba de mal a peor.

Se dirigió al bosque, donde supuso que ninguno de esos mentiros y superticiosos estarían. Sólo la gente con suficiente inteligencia como para saber que nadie le haria nada si no provocaba se adentraría ahi para pasar un rato de tranquilidad.

Se sumergió en lo profundo del bosque, hasta que encontro a alguein que se le hacia conocido. Sebastian estaba apoyado en un arbol, con gesto ausente. - Hey, ¿por qué tan solo? - preguntó con una sonrisa.

Decidió dejar de pensar en lo que le daba mal humor, para empezar a pensar en lo que si le gustaba, como era idear planes para vengarse, pero debía esperar, aún le quedaban cosas que aprender, ahora era momento de reclutar, como había hecho su padre, formando los mortífagos, talvez sonaría muy repetitivo, pero era lo que quería, un grupo de gente que como él, odiaran por encima de todo a los sangre sucia y así, actuaran con él y contra ellos, era un plan genial, pero todo tenía que ser poco a poco, sin mover una ficha más deprisa que otra, para poder proteger ambas opciones si era necesario.

En eso estaba meditando, hasta que se oyeron pasos cerca, pero siguió en el mismo lugar, sabía que eran de algun chico o chica de Hogwarts, porque no sonaban tan pesadas como ciertas criaturas del bosque. Con una sonrisa en los labios, reconoció a una de sus mejores amigas, Jane O'Neal, ambos pensaban igual, siempre se habían caído bien. Mientras mantenía la sonrisa, añadió - Bueno, necesitaba algo de relax, y tu? estos días no te había visto por la sala común ni el colegio, espero que no hayas hecho algo duro a algun sangre sucia sin mi - Se rió ligeramente, cruzándose de brazos.

Una ligera risita salió de sus labios, acercandose más al lugar donde él estaba. - ¿Relax? No sabía que estuvieras estresado. - Se sentó a su lado, obserandolo. - Es cierto, he estado en las torres. - Obsevó al suelo, jugando con el mechón de pelo. Sabía que si le decía la verdad, el estaría feliz. - He estado practicando maleficios.

Su principal objetivo era ser mortigaga. No ahbia nada más grandioso y jugoso para Jane como un buen plan para dejar a los magos con el linaje más púro. Sin nadie que hiciera bajar la cabeza de verguenza.

Ella se acercó más al lugar donde él estaba, no le daba miedo el bosque, a que Slytherin si, le daba miedo? bueno, a los de primer año o bien la gente miedosa de nacimiento, se les hacía una excepción, el resto, almenos deberían saber enfrentarse a la mitad de criaturas del bosque, pero lamentablemente, nunca sería así, la magia estaba perdiendo su esencia, la magia para los magos y las cosas de muggles para los muggles y los que poseen algo de magia, no son magos autenticos, también a los cosas de muggles, ella le preguntó que si estaba nervioso o estresado, evidentemente lo estaba en su cabeza, de tantos malos pensamientos.

Se sentó él también, ya que al principio estaba de pie y le respondió - No es estresado la palabra concreta, tengo demasiados pensamientos, todos y cada uno de ellos contrario a los hijos de muggles o hijos de muggle con mago - Asintió a lo que ella decía de la torre y le reconoció que había practicado maleficios - Me gusta que los practiques, de la gente que conozco tu tienes la magia más desarrollada, los maleficios para ti deben ser pan comido - Con la misma sonrisa, preguntó - Cuales has estado practicando? y ya sabes que para que salgan bien, no debes sentir el odio, tu debes ser el odio en persona - Le guiñó un ojo, en el resto de la magia, ganaba ella de calle, menos en este tipo.

Lo miró xon el ceño fruncido. - Esas criaturas no merecen tu atención, eres demasiado importante. - Dijó con una sonrisa. Ese chico, además de ser el sucesor del mago más poderoso de todo el mundo, era también su mejor amigo y una perosna en la que ella tenía completa confianza.Le fue imposible que una sonrisa triunfante apareciera en sus labios. - Pues sí, auqnue los estoy reformando, por decirlo así. - Clavó sus ojos en los de él. - No me lo tienes que decir, lo sé. - Volvió su vista al suelo, haciendo circulitos en la tierra. - Estoy intentando que el Septumsempra sea más poderoso, que no sólo sean heridas superficiales, si no que llegue a organos vitales.

Regresó su vista a él, intentando encontrar alguna reacción. Ella sabía que él, muy dentro, estaba entusiasmado pro su venganza. Quizás demasiado para pensar con claridad, por eso ella estaría a su lado.

Sonrió al escuchar las primeras palabras de la chica. Jane siempre le había visto como lo que en realidad era, el heredero de la sangre del último señor de las fuerzas oscuras, como fue su padre, Lord Voldemort. Asintió con la cabeza, respondiendo - Tienes razón, no deberían atraer ninguna de nuestras atenciones, pero por suerte la atraen, pero para empezar a maquinar planes para que dejen de atraer nuestras atenciones, porque dejarán de existir, eso está claro - Paró de hablar, mirándola. Ante ella no se callaba nada, siempre se mostraba tal y como era, como un libro abierto. Ella sabía como odiaba a toda esa gente y como iba maquinando planes para la venganza.

Observó la sonrisa de satisfacción que iluminó el rostro de Jane, escuchándola. Le guiñó un ojo al oír eso, lo primero en un Slytherin era la seguridad en que él era el mejor, pero no había mejor que ellos, sinó mejores como ellos. Esa era la idea que intentaba meter en la cabeza a todos los Slytherin, si se unían, serían una fuerza invencible. Al escuchar eso, se ensanchó la sonrisa que tenía en sus labios, añadiendo - Me alegra saber que estás trabajando en eso, sin duda alguna será un gran avance para los magos - Sonrió, le gustaría decir para ellos, los mortífagos, pero aún quedaba mucho por hacer.

Posó su mano en el hombro, acariciendolo con ligereza para darle apoyo. - Eso haremos, vas a ver que todo saldra genial. - Le didico una de sus mejores sonrisas, haciendo que sus palabras sonaran decididas, como si fuera algo sumamente obvio. - Además, tambíen quiero practicar con hijos de magos, ahi algunos que merecen desaparecer. - Frunció el ceño de nuevo cuando a su mente la cara de Ginny Weasley acudió. Tanto ella como todos sus hermanos estaban en sus planes inmediatos.

Levantó uan ceja, divertida. - ¿Para los magos? ¿Y quien dice que voy a dar mis experimentos a la humanidad? No señor, tengo otros planes para ellos. - Esta vez al que le guiñpo el ojo fue ella, para que se diera cuenta de sus intenciones.

- Sabes... hace unos días hable con Alysa, supongo que la conoces. - Lo miró, buscando alguna respeusta negativa de su parte. - Estabamos pensando que debiamso tener un plan B, ya sabes... trabajar entre las sombras siempre a dado un mejor resultado.

Agradeció el gesto de tocarle el hombro que hacía la chica, sabía que era una muestra de apoyo. Ella le decía que estaba de acuerdo en que desaparecieran del mapa, eso era bueno para él y para sus planes, saber que en Jane podía confiar. Asintió al verla convencida y respondió - No tengo ninguna duda de que podremos tirar adelante estos planes, pero con cuidado, un paso en falso ahora y todo termina - Advirtió a Jane, aunque sabía que ella era consciente. Ante lo de castigar a los hijos de magos, asintió también - Esos se merecen peor castigo por apoyarles y si encima es un Slytherin, se merece el peor de los castigos - Asintió, triste de que hubiera gente así.

Al escucharla sonrió, los planes que tenía eran para machacar hijos de muggles, mestizos e hijos de muggles que apoyaran esa causa, entonces se explicó - Me refería que luego podrías enseñárselo a cualquier chico, porque todos serán magos y mereceran saber todo lo que sabemos - Escuchó que ellas habían pensado en algo así como tener un plan B - Bien, se podría tener, de hecho, había pensado en que si hicieran otra vez un ejercito de Dumbledore o algún grupito así, alguna de las dos se uniera, para espiarles, eso sería fundamental pero a que tipo de plan B te refieres tu? - Preguntó un poco más serio.